jueves, 7 de agosto de 2014

La Armada de EE.UU. dispone de un lobo con piel de carguero.



Cuidado con los barcos estadounidenses, por apacibles que parezcan. El mando naval de EE.UU. decidió instalar la base flotante de sus tropas especiales en una nave que no difiere por su apariencia de un simple carguero. EE.UU. se enfrenta a una clara escasez de aliados dispuestos a proporcionarle bases operativas en sus territorios, por lo que sus fuerzas armadas han encontrado una interesante solución: instalar una base de las fuerzas especiales en una nave de transporte que puede estacionarse en aguas internacionales. La decisión persigue también otro objetivo: ahorrar tiempo y dinero para la construcción de buques, lo cual es importante en un contexto de reducción de costes de varios proyectos del Pentágono. Los buques de guerra modernos cuestan cientos o incluso miles de millones de dólares y su proceso de construcción puede prolongarse durante una década, de manera que la Marina de EE.UU no duda en recurrir a la estrategia de alquilar buques de carga que posteriormente somete a remodelaciones. 

Fue exactamente eso lo que hizo el Mando de Transporte Militar estadounidense con el modesto carguero Cragside (alquilado a Maersk), reconvertido en un buque de apoyo marino altamente secreto, informa el blog de tecnologías Gizmodo. Por su apariencia, la nave que resultó de esta 'reconversión' es muy difícil de distinguir de un barco civil, pero en realidad es capaz de transportar efectivos de fuerzas especiales estadounidenses, como por ejemplo la famosa unidad de Delta, a cualquier rincón del mundo. El uso de dichos buques se ajusta a la doctrina militar estadounidense. Para la proyección de poder en los océanos del mundo (y, en consecuencia, en todo el mundo), los Estados Unidos tienen una poderosa flota de grupos de ataque de portaaviones. Sin embargo, no todas las situaciones exigen acciones tan bruscas y contundentes. A veces es necesario actuar de manera 'puntual'. Estas operaciones requieren rapidez y velocidad de ejecución y normalmente las llevan a cabo comandos especiales. Y los buques de difícil identificación 'encajan' perfectamente en esta doctrina. El 'alquilado' Cragside es ahora considerado uno de los buques de apoyo más grandes y técnicamente avanzados de la Armada estadounidense. Sin embargo, el mando naval prefiere guardar en secreto sus verdaderas capacidades. 

Lo poco que se conoce sobre el buque es su gran eslora (190 metros) y su importante desplazamiento de 20.980 toneladas. Tiene una autonomía de 45 días y un rango de acción de 8.000 millas náuticas. Gizmodo sugiere que las modificaciones de la nave incluyen sistemas de comunicación y de sistemas electrónicos para defenderse de los ataques con medios electrónicos y un arsenal de lanchas y otros medios de desembarco. Su enorme cubierta permite aterrizar el MH-53E Sea Stallion, el helicóptero más grande y más pesado de EE.UU. El ala aérea de la nave también puede incluir los helicópteros de ataque Apache, helicópteros de patrulla V-22 Osprey y una incalculable cantidad de drones. La nave puede albergar hasta 200 efectivos, además de la tripulación. Y todo ello bajo la apariencia de un humilde e inofensivo barco de carga…

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